Hablemos de la la puerta antiokupa. El fenómeno okupa tiene multitud de actitudes, por una parte, está el movimiento social que ocupa inmuebles deshabitados con el fin de usarlos como lugar de reunión o como centro con fines sociales. Otro ejemplo de okupas son las familias que se encuentran en una situación complicada y ocupan una casa por pura necesidad, ya que por falta de recursos o de soluciones van a quedarse en la calle. Y en último lugar están las peligrosas organizaciones mafiosas que se ofrecen para localizar viviendas deshabitadas para después re-alquilarlas de manera ilegal.
Estos grupos okupas organizados se han extendido a gran velocidad en España en los últimos años. Aunque poco o nada tienen que ver con el movimiento okupa ni con su ideología, ya que estas mafias traen con ellas sus propias reglas y hacen que la convivencia vecinal sea imposible.
Según recientes estudios casi 90.000 familias ocupan inmuebles de forma ilegal en España, y con ello estas casas pueden llegar a perder hasta el 60% de su valor total, algo que no agrada mucho a sus dueños. Una vez que los okupas están ya dentro de la vivienda, desalojarlos legalmente se hace muy difícil. Por eso cada vez más gente consulta acerca de la posibilidad de instalar cualquier dispositivo que disuada a estas mafias de ocupar su vivienda.
¿Cómo se puede evitar que entren okupas en un piso?
Antiguamente la única solución que existía era la de tapiar la puerta, pero entonces los dueños no podían acceder fácilmente a su casa tras haberla tenido deshabitada. Otra opción es la de reforzar la entrada instalando puertas blindadas o puertas acorazadas y reforzar su cerrajería, pero la opción que más se está eligiendo en la actualidad es la de poner una puerta antiokupas.
Estas puertas antiokupas son unas puertas especialmente diseñadas para proteger los locales y domicilios vacíos, en los que, por supuesto, no viva nadie, pues este tipo de puertas antiokupas resultan bastante incómodas para realizar la vida diaria (no disponen ni de mirilla ni de pomo).
Las puertas antiokupas se instalan sobre el marco de la puerta de entrada que se quiere proteger, ya que, en realidad, la puerta antiokupas es una segunda puerta. Las puertas antiokupas están especialmente diseñadas para que su función no sea la de disuadir robos, si no la de evitar que haya ocupaciones.
Muchos propietarios además conectan un detector de movimiento y sonido que mandará una alarma si algún okupa trata de manipular la puerta de su vivienda. También se recomienda no desconectar el timbre de la puerta o la electricidad de la casa cuando se abandone el domicilio.
¿Cuánto cuesta una puerta antiokupas?
El precio promedio de una puerta antiokupas es de entorno a los 1.000 € con el coste del montaje incluido. Es un precio muy barato si lo comparamos con los 40.000 € que suele costar de media desocupar una casa, y eso sin contar con todo el tiempo que lleva desocupar la vivienda y con todos los quebraderos de cabeza que ocasiona una ocupación. Aunque también está la opción de alquilar una puerta antiokupas desde 75 € al mes.
Características de la puerta antiokupa
Los elementos que componen una puerta antiokupa están fabricados con materiales y maquinaria que garantiza que tengan la resistencia precisa para que en el caso de que alguien intente manipularlos, estos elementos cumplan el objetivo de proteger la vivienda.
Las puertas antiokupas son fabricadas completamente en acero galvanizado en frío, y sus componentes son cortados con láser para así lograr un ajuste perfecto y reducir al máximo las posibles zonas de acceso de la puerta.
El primer punto que suelen atacar los okupas de una puerta de entrada suele ser el bombín, por eso, en las puertas antiokupas se instala una placa de manganeso junto al bombín (que suele ser de un nivel de muy alta seguridad), lo cual impide la rotura o apertura de este tipo de puertas.
Además, las puertas antiokupas tienen un doble cerco de seguridad que refuerza los anclajes de la cerradura, que a su vez es una cerradura de seguridad. Al mismo tiempo, tienen un escudo macizo que protege su cerradura ante todo tipo de ataques externos, bulones que impiden que la puerta antiokupas pueda ser extraída cortando los pernios, y tornillería de seguridad con cabezales inviolables.
¿Es complicado instalar puerta antiokupa?
Instalar una puerta antiokupas normalmente es bastante rápido, un cerrajero suele dejarla instalada en menos de una hora. La puerta se ancla desde el exterior hasta el interior usando unas varillas roscadas que son totalmente infranqueables desde el exterior. Una vez se haya terminado de instalar la puerta antiokupas esta te ofrecerá una protección más óptima de tu propiedad y ya no tendrás que preocuparte por ella, sobre todo si habitualmente vives en otra ciudad.